No es fácil crear un espacio especial en el que los clientes se sientan como en casa. Ha sido una labor ardua. En parte se ha conseguido, y digo en parte, porque siempre se puede mejorar, de hecho, así se trabaja en este rincón mágico. Se intenta ser respetuoso con el cliente, ofrecerle toda la intimidad que desee y, a la vez, estar pendiente de cualquier necesidad que le surja, además de abierto a las sugerencias que le puedan presentar.

 

Estamos rodeados de plena naturaleza. Lo primero que nos encontramos cuando llegamos a este lugar es la vegetación del jardín, diseñado de forma que desde cualquier punto tengamos intimidad y donde el protagonismo  lo comparten plantas y aves, estas son el despertar de todas las mañanas y no cesan con su canto en todo el día. Es un jardín que intenta imitar a la naturaleza en su estado puro, de ahí la gran variedad de plantas y una  zona con estanque que representa el área húmeda de los bosques.

 

Intentamos ser respetuosos con el medioambiente. El mobiliario que decora el apartamento está realizado, en su mayoría, con objetos reciclados, un trabajo artesanal que se hace con sumo gusto y satisfacción y más cuando se contempla el resultado.

 

No solamente se reciclan los objetos, también se recicla el aceite, con el que se hace jabón y se utiliza para lavar la lencería de la casa. Hoy en día hay muchas alergias, utilizando los jabones naturales evitaremos en gran medida estos problemas y además contribuimos a cuidar el medioambiente pues el aceite es un gran contaminador.

 

La situación de esta casa, con esas vistas tan maravillosas de nuestra Sierra y tan próxima a Granada, la convierten en su mejor atractivo pero también es un compromiso dar a conocer este patrimonio y respetarlo. Es uno de nuestros objetivos prioritarios.

 

Os animamos a que vengáis a disfrutar de este acogedor apartamento, os sentiréis como en casa y el descanso está garantizado.

 

Un saludo

Pepa Aranda